¿Obama?

No cabe duda, Barak Obama ha generado una Obamanía. Pareciera que todos los mortales hemos quedado a la espera de los pasos que el mandatario norteamericano emprenda. No es para menos, EEUU sigue siendo la principal potencia mundial. De una u otra forma los días venideros darán la pauta que permitirá saber si las expectativas puestas en este hombre serán satisfechas o no y de qué modo. Obama es un fenómeno mediático, nos resta saber si es también una revelación de la gestión pública. Este líder tiene en sus manos la oportunidad histórica de enrutar a su país -y al mundo- por nuevos caminos. De cualquier modo su llegada al poder ya es histórica. Lo más relevante ahora es que esté a la altura de la esperanza planetaria. No es fácil. Son muchos factores, fuerzas y tensiones las que deteminarán el rumbo de sus actos. Sin embargo, serán su verdadero espíritu democrático, su convicción social, su responsabilidad ambiental, su compromiso con la humanidad y su conciencia histórica las que determinen la rectitud, sensatez y claridad de sus acciones. Y es que estas alturas del siglo XXI lo que más esperan los ciudadanos de sus gobernantes es esa sensatez que como la prudencia, hace verdaderos sabios. Abrimos las puertas de la esperanza con Obama. A todos nos conviene que su gestión sea positiva. El mundo entero espera y él no tiene tiemp que perder. Algunos de los más importantes medios de comunicación norteamericanos, como CNN, adelantan un seguimiento especial a los primeros cien días de su administración. Esto puede aumentar la expectativa. Cien días son pocos. Ojalá le alcance el tiempo para demostrar lo que puede hacer, para señalar una ruta, para demostrar que puede, para mantener la confianza, para que la Obamanía sea...sea... realidad...gestión...una oportunidad para el mundo.